Ya sabemos que la energía de un sismo se libera en forma de ondas, y que éstas afectan de diversas maneras el suelo y las estructuras. Dicho de otra manera, el movimiento telúrico no daña las edificaciones por impacto, sino que éste se ve afectado por la fuerza de la inercia que se genera a partir de la vibración de la masa del edificio. A estas son las que llamamos fuerzas sísmicas.
Las fuerzas sísmicas actúan en tres direcciones tras la liberación de energía. Las fuerzas laterales se dan por la superposición de las fuerzas asociadas a cada modo de vibración y ocasionan daños en las estructuras; usualmente tiendne a doblar y quebrar columnas y muros.
Por otro lado, como el peso de los edificios es lo que produce el colapso, la distribución de los componentes horizontales de la estructura es de gran importancia, ya que éstos son los menos resistentes a los sismos.
Además, recordemos que el movimiento del suelo también afecta de diferentes formas al edificio, y la altura sin duda influirá con la fuerza a la que se someta la estructura en el dado caso de un sismo.
En Seismous Engineering & Research, sometemos virtualmente las estructuras a sismos históricos con el fin de prevenir cómo actuarían las fuerzas sísmicas sobre el edificio y así determinar cuáles elementos deberían ser fortalecidos. Una vez comprobados los cambios, el edificio podría acceder a la certificación STAND de resiliencia sísmica y aumentar su valor.
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