Ante el creciente registro de movimientos telúricos en el mundo entero, la necesidad de mantenernos informados es cada día más relevante, empezando por comprender de una mejor manera en qué consisten este tipo de fenómenos naturales.
Como ya sabemos, un sismo o terremoto son movimientos de la corteza terrestre provocados por el choque de placas tectónicas o por actividad volcánica. La magnitud de este fenómeno se mide con distintas escalas, siendo la Richter la más conocida a nivel mundial, y se determina con base en la energía liberada en el hipocentro del sismo (es decir, el lugar exacto donde se produce la colisión de las placas); en otras palabras, ésta es la magnitud. De acuerdo al Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), los terremotos pueden ser desde micro hasta épico, según el grado de magnitud.
Por otra parte, también pueden clasificarse por su intensidad, es decir el daño que éste pudiera causar dependiendo de la profundidad, lo cual se determina según la Intensidad Mercalli Modificada, la cual registra hasta 12 grados de intensidad, representados con números romanos.
Otra forma de clasificarlos es por el tiempo de acumulación elástica; esto quiere decir que, con base en el lapso de tiempo que ha habido entre placas sin que ocurra un choque, podríamos prevenir la intensidad con la que podría ocurrir un movimiento telúrico.
Esta clasificación sirve, sobre todo, para diseño estructural, ya que éstas deben contar con ciertos requisitos de seguridad, y las clases son: 43, 72, 500 y 500 años. En estos términos, un sismo de 43 años es el menos riesgoso, pues hay menos acumulación elástica, mientras que uno de 2500 sería fatal por toda la energía acumulada. En Seismous, integramos nuevos modelos de análisis y simulación constantemente, con tal de ofrecer soluciones preventivas y de resistencia para proyectos en México y en el extranjero, tomando en cuenta la zonificación de las placas tectónicas, la acumulación elástica y otros factores más, para dar a nuestros diseños una estructura flexible, capaz de disipar energía y prevenir colapsos.